Diana
Carolina Trejo Villota
¿Qué tan sanos son los productos vegetales que consumimos? Seguramente
ésta es una de las principales preguntas que gran parte de las personas se
formulan a la hora de saber cuáles son los beneficios que trae una buena
alimentación. Es una pregunta no tan fácil de responder, ya que abarca un sin
fin de campos (nutricionales, productivos. etc.), de los cuales no todos están informados
de ello. Por esta razón me centré en la alimentación agrícola, debido, a la
importancia que tiene una adecuada alimentación y los beneficios que trae a la
sociedad.
La agricultura ecológica,
orgánica o biológica, es un sistema de agricultura basada en la utilización de
recursos naturales. Esta agricultura no permite el uso de productos químicos u
organismos genéticamente modificados (ni para abono, ni para plagas, ni para
semillas) para así conservar la fertilidad de la tierra y respetar el medio
ambiente de una forma sostenible y equilibrada.
Su objetivo primordial es mantener los nutrientes esenciales de cada
especie vegetal, nutrientes que por lo común se ven afectados con la
manipulación genética o la utilización de agroquímicos.
La agricultura actual, ha llevado a que los grandes productores
alimenten su interés económico, dejando a un lado la estabilidad y calidad de
vida de la población, siendo indiferentes con la gravedad que traerá la
implementación de estos alimentos a la
canasta familiar, alterando su salud, por esta razón es necesario que los
grandes y pequeños productores abandonen estos pensamientos y se enfoquen en un
beneficio social para la prolongación de una vida sana.
Este campo de la alimentación orgánica que no es una propuesta nueva, ya
que empezó aproximadamente desde los 90’s a nivel mundial, pero que en nuestro
país cada día coge fuerza, ha sido de gran interés para la población campesina,
debido, a que esta metodología no le es desconocida y se asemejan con sus principios
de preservación de la naturaleza, sin
alterarla para beneficio propio. Aseguran que es necesario difundir este
pensamiento a más campesinos, de tal manera que se pueda contribuir a la
transformación de una agricultura llena de posibilidades, en un país con gran
potencial de tierras cultivables.
Para el colombiano el interés por la agricultura orgánica no es competir
en el mercado con la agricultura de alta expansión, sin embargo iniciativas de
granjas pequeñas han logrado desplazar el consumo local de aquellos alimentos
de producción industrial.
Esta propuesta de alimentos libres de agentes químicos, debe difundirse
de tal manera que llegue a cada uno de los habitantes del país, ya que es una
alternativa que con fortaleza puede hacer grandes cambios y que no se debe
evadir, ya que Colombia tiene la posibilidad de ejecutarlo, al contar con un
suelo altamente fértil, al igual que un clima tropical que juega a favor de
dicha propuesta, resultado de ello una gran diversidad en el campo agrícola. El
proceso para que se lleve a cabo y circule en su totalidad es complejo, por
tanto, se requiere que el gobierno y entidades apoyen a los cultivadores que se
han dedicado a esta labor, sin abandonar a la población campesina que hace
parte del sector primario, dándole valor a sus derechos como seres humanos y
tengan el correcto y justo reconocimiento de su mano de obra a la hora de
asignar el valor agregado a los productos producidos.
En cuanto al precio en el mercado para estos alimentos ya sea como
materia prima o transformados, como para su producción, van a ser más elevados
respecto a los convencionales, ya que requieren de una mayor labranza, donde
los costos de las semillas y su cantidad por hectárea son mayores; pero esto no aplica para todos, ya que la
manera de cultivo no es igual. A pesar de esto, el mercado al que se dirigirá,
va a ser el que lo determine, a manera personal, los valores inicialmente van a
diferenciarse de los actuales, pero esta propuesta debe tratar de implementarse
totalmente, de tal manera que su valor se regule y no sea selectivo, así todos
tengan la facilidad de adquirirlos y se
hagan dignos de constatar el aporte que hará a su calidad de vida, siendo la
alimentación uno de los principales necesidades del ser humano.
No solamente, se trata de un campo agrícola saludable, sino también de
uno incluyente, donde todos tengan la oportunidad de aportar para impulsar al
desarrollo de éste; este grupo creciente
de personas no sólo lo perciben como una ideología ecológica, sino también como
una idea de auto sustentación, la cual brindaría grandes beneficios a la población. Lo primordial
es transformar lentamente el modo de producción y de consumo de alimentos en
Colombia.