Marisol
Buitrón Cabezas
Una vez establecida la
economía, se habla de mercado, uno donde se relacionan los conceptos de
vendedores de bienes y servicios y, compradores para los mismos, que en
términos de esta ciencia son denominados oferta y demanda. Al interior de estos
conceptos aparecen otros como indicadores (determinantes) que señalan en cada
situación de análisis de mercado, qué se afecta, cómo se afecta y en qué medida
varía, la oferta o la demanda según parezca.
Si bien por un lado la
economía se basa en el flujo real del dinero en este punto es indispensable hablar
de un comportamiento básico en esta relación compradores-vendedores como lo es
el equilibrio. Pese a que la
economía siempre estará en total desequilibrio, se puede hablar con ambición de
un equilibrio parcial como modelo de equilibrio general, uno donde siempre se
esté buscando que tanto las cantidades ofrecidas como demandadas sean iguales.
Si bien es cierta la realidad es que el equilibrio como tal difícilmente
existirá. De un lado los compradores
estarán siempre a la espera de lo que les gusta, lo que necesitan y lo que
quieren y pueden comprar aparezca dentro de lo que “el mercado” presente a
bajos precios, que sean de fácil acceso económicamente, pero, a su vez los
vendedores esperan lo que ellos ofrecen se venda de la mejor manera posible y
la mejor manera es al mejor precio es decir precios altos, con una
productividad a bajos costos; bajo esta influencia casi nunca en el mercado se
logra que cuantitativamente lo que se oferta sea igual a lo que se ofrece.
Dado que los deseos de
compradores y vendedores no son iguales hablando en términos de precios y
cantidades; el mercado inventa ciertas estrategias donde empieza a jugar la
creatividad y la capacidad de la publicidad de venta y es que el talento para
persuadir a los vendedores en este punto es indispensable; pues bien sabemos
que no todo lo que se produce se vende como se desearía; y la verdad es que el
consumidor está en desventaja en cierta medida respecto del vendedor
sometiéndose a los análisis de mercado para saber qué compra, cuándo y en qué
cantidad; para así, de esa manera, sacar provecho en la productividad y sus
ventas lo que al final quiere decir que quien le dice al vendedor cuanto
producir es el comprador, solo que no como se esperaría, pues este “juega”
estratégicamente a su vez con el consumidor. Al final los determinantes en cada
situación permiten saber del comportamiento entre la oferta y la demanda y, la
cercanía quimérica al “equilibrio”.
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