lunes, 5 de octubre de 2015

EL PRECIO DE LOS MEDICAMENTOS EN COLOMBIA




De manera relativamente frecuente se lee o escucha en los medios de comunicación que los precios de los medicamentos en Colombia son relativamente altos frente a los que se cobren en otros países de la región, y que inclusive pueden llegar en algunos casos en superar los precios de los países desarrollados. 
Uno de los ejemplos el precio del antibiótico ciprofloxacino. Mientras que en promedio que esta molécula que ya perdió su patente se puede conseguir a un precio de 31 dólares en China su precio vale casi 100 dólares más en Colombia. En 2011, el Vice-Presidente Angelino Garzón afirmó: “Colombia es el país de la región que tiene los precios de medicamentos más altos, lo que se quiere es es que la industria química farmacéutica entienda que los precios de los medicamentos deberían ser nivelados por lo bajo.
En muchos foros dedicados al sistema de salud colombiano se aborda generalmente el tema de los precios de los medicamentos con una indignación totalmente entendible pero infortunadamente el diagnostico no va mucho más allá de la simple indignación. Frente a esta situación las dos preguntas deberían ser: 1) ¿Por qué los laboratorios han decidido de cobrar precios más altos en Colombia que en otros países?; 2) Si la regulación actual del sector farmacéutico no da los resultados deseados, ¿Cuáles son las medidas que se deben tomar para cambiar esta situación?
La respuesta a la primera pregunta es tan obvia que casi nadie le presta atención: por su diseño, el sistema de salud colombiano es inelástico/insensible a los precios de los medicamentos y por tanto los laboratorios aprovechan de esta situación para cobrar precios onerosos. Para entender eso, hay que recordar que en Colombia, casi nadie paga gastos de bolsillo en función de los precios de los medicamentos. Las cuotas moderadoras por ejemplo dependen de la categoría de ingresos a las cuales pertenecen los pacientes, lo que es muy equitativo, pero al mismo tiempo vuelve la gente insensible a los precios de los medicamentos.
Ahora viene la pregunta de la regulación de estos precios. En Colombia, se usa un enfoque relativamente ex post para la pregunta de estos precios. En otras palabras, no se busca tanto disminuir el poder de mercado de los laboratorios desde su origen sino que se quiere limitar su aplicación. Siguiendo esta lógica, lo que se llama “precios de referencia” en Colombia no son para nada precios que se toman como referencia, sino que son topes de precios. Es decir, los laboratorios no pueden cobrar un precio por encima de este tope de tal forma que eso limita el uso del poder de mercado que tienen pero sin disminuirlo.
Esta estimación permite concluir que tanto medicamentos de marca como genéricos son inelásticos ante cambios en su precio, son bienes de lujo, donde debería establecerse un sistema de incentivos a la adecuada prescripción, porque el médico funge de agente decisor en lugar del paciente que se encuentra menos informado sobre las posibilidades terapéuticas para el tratamiento de su patología.

Cod: 103211024198

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